viernes, 22 de octubre de 2010

Limpieza de tu material de consulta

Herramientas. Varilla de incienso y vela
En esta ocasión expongo algo que llevaba tiempo queriendo compartir, pero que hasta ahora no había dispuesto de tiempo para concluirlo. Se trata de las limpiezas para nuestros objetos y herramientas de trabajo, como nuestros amuletos, péndulos, etcétera.


Todo tiene su energía y los objetos muchas veces captan energías que necesitan ser eliminadas por ser innecesarias, modificadas porque puedan aprovecharse de otra forma o complementadas porque puedan aprovecharse tal cual. A continuación explicaré algunos elementos utilizados en las limpiezas así como algunos métodos que pueden ser útiles para todo el que quiera llevar a cabo una limpieza de sus herramientas personales que garantice el buen uso y funcionamiento.

Existen muchos procesos diferentes de limpieza. Si a eso le añadimos los procesos personales que algunas personas tienen, obtendríamos bastantes métodos. Por ello, no voy a centrarme en ninguno en particular, sino más bien en general. Al finalizar sí que me centraré en el ritual de limpieza que suelo recomendar personalmente.

La ayuda de los Elementos

En muchas ocasiones se usan los elementos para limpiar, descontaminar o reiniciar. Es algo natural, que proviene de la naturaleza y es saludable.

Para las limpiezas, uno de los mejores elementos que puede utilizarse es el agua. Algunas personas lo utilizan para la limpieza proveniente de diferentes fuentes: agua fresca corriente, agua de mar, agua con sal, agua de un río, etcétera. También se suele usar de diferentes formas: dejando el péndulo toda una noche sumergido, poniéndolo unos segundos bajo en agua corriente, frotándolo con un paño húmedo, etcétera.

Recordemos, sin embargo, que los materiales de los que se componen muchos péndulos no toleran bien el agua porque corren el riesgo de oxidación (por ejemplo, en caso de algunos metales oxidables o baratos) o de estropearse por otras causas (como los de madera). Los hay de supuesto cuarzo que, por ejemplo, pueden perder el color, quebrarse o sufrir desperfectos si se mantienen en agua con sal demasiado tiempo. Por tanto, hay que tener bien claro de qué clase de material se compone nuestro péndulo antes de aplicar uno u otro método de limpieza.

Por ello, recordemos que también podemos contar con la ayuda de otros elementos que podremos usar en la limpieza de una forma muy eficaz.

El Agua es uno de los elementos más atractivos en cuanto a poder y magnetismo conlleva desde hace milenios. Su masa, creada a partir de oxígeno e hidrógeno, sirve de hogar para muchas especies acuáticas. Con el agua nos limpiamos e hidratamos. Además, es un elemento sin el que no podríamos vivir y del que se compone cerca de un setenta por ciento de nuestro cuerpo, sin olvidar que también la mayor parte de la superficie terrestre está cubierta de agua (por algo se llama el Planeta Azul).

La Tierra contiene componentes minerales y sales enriquecedoras que sirven de alimento a todo vegetal que en ella crecen conviven y a nosotros mismos. La energía que desprende la Tierra es una de las más conocidas desde antiguas civilizaciones. Es poderosa y diariamente la sentimos.

El Aire lleva el oxígeno que nos da la vida y otros gases como el dióxido de carbono, entre otros, que se la da a las plantas. El aire renueva los ambientes, los limpia de partículas. Su gran poder sirve también como una buena fuente de limpieza.

El Fuego es un elemento purificador desde muy antiguo. En las religiones es, junto con el agua, tal vez el más nombrado para purificar, pero de forma más agresiva generalmente. Sin embargo, bien utilizado, es una fuente de purificación y renovación, como cuando el Fénix consigue renacer de sus cenizas completamente renovado.

Siguiendo estas generalidades, podremos imaginar lo beneficioso que sería si en una limpieza usáramos estos elementos juntos. por ello, en muchas de ellas, se utilizan representaciones simbólicas presentes en la sala donde se realiza la ceremonia de limpieza.

Un ejemplo de ello es, por ejemplo, a la hora de limpiar o consagrar un mazo de cartas de Tarot. Para ello, puede ponerse en cada esquina de una mesa una vela encendida (representando el Fuego), un vaso de agua (representando el Agua), una varilla de incienso encendida (representando el Aire) y un pequeño recipiente con tierra o con sal (en representación de la Tierra). Así, los cuatro elementos naturales comúnmente conocidos se encontrarán presentes en la ceremonia de forma simbólica, aplicando así su poder a todo lo que suceda en el centro de esa mesa, protegiéndolo de energías negativas y reactivando energías positivas.

La energía de la Luz

Para las limpiezas puede ser también muy aconsejable mantener el objeto a limpiar bajo una fuente energética natural que recargue su energía. En estos casos, sería conveniente dejar el objeto durante cierto tiempo a exposición de rayos solares o lunares -recordemos que los rayos lunares son los solares reflejados en la Luna-.

El Sol es nuestro astro central en el sistema solar, en el que muchas civilizaciones han basado sus vidas, calendarios y rutinas. Lleva acompañando al ser humano, al igual que la Luna, desde que éste apareció en la Tierra. Por tanto, es normal que sepamos transformar su energía en cuanto la recibimos. A las plantas les sucede lo mismo y ellas han aprendido a alimentarse gracias a la inestimable ayuda de la luz del Sol (fotosíntesis). Es, por tanto, un símbolo de poder, vida y fuerza inigualable.

La Luna ha cautivado las noches de los seres humanos desde el nacimiento del primer homínido. Al aparecer de noche como el objeto más luminiscente del cielo, se ha demostrado el encanto y poder que tiene su enigmático cambio de fase, desde la luna nueva hasta la llena. La noche es su aliada y, con ella, el misterio y el mundo sobrenatural la envuelven. Su energía, junto con la del Sol, puede notarse tanto en nosotros como en los mares (mareas).

Otras energías favorables

Pero no solamente la luz nos aporta energía. Ya sabemos que hay energías que no son tan visibles como un haz de luz en todo momento.

La energía Reiki es una energía que podría describirse como vital. Esta energía puede ser empleada en cualquier parte y dar siempre un resultado fructífero y benéfico. Por tanto, también es ideal para cualquier tipo de limpieza.

Hay que tener siempre en cuenta la protección de los seres superiores en los que creas, si se cree en alguno. Los Ángeles, Dios o dioses, espíritus benéficos, etcétera. Dependiendo de las creencias de cada uno, se podría aplicar también al proceso de limpieza, por ejemplo, con oraciones para mantener esa protección presente.

Los amuletos protectores u otros símbolos de tradiciones más antiguas suelen ser de ayuda también para proteger durante la limpieza. Quien suela tener algún amuleto y crea que le beneficia o tenga fe en él, también puede ayudar de forma energética durante un proceso de limpieza.

Combinando Elementos y Energías

Como siempre digo, personalmente opino que cada uno tendría que aplicar el método que nazca de su interior. Sin embargo, algunos no saben cómo comenzar y necesitan una guía inicial. El método de limpieza de péndulo que yo suelo recomendar es uno de los que contienen una mayor combinación de elementos. Ten en cuenta en todo momento si el elemento que vas a utilizar puede o no dañar el objeto que vas a limpiar.

Puedes iniciar una limpieza a partir de este ejemplo y cambiar el elemento que pueda dañar al objeto por otro elemento o directamente eliminarlo del proceso. Seguro que el método que a continuación pasaré a explicar habrá sido leído ya, al menos en parte, en alguna de las tantas respuestas similares que con respecto a este tema he dado en alguna ocasión en los foros y páginas en los que participo.

Limpieza combinatoria (por Venti)
Entierra el objeto en una maceta durante veinticuatro horas cerca de una ventana, para que quede expuesto a la luz de la Luna y del Sol. No es necesario que la luz incida de lleno en la maceta, basta con que esté cerca de una ventana, aunque también puedes sacarlo a una terraza. La tierra lo reinicia, lo limpia de impurezas. Al estar rodeado de la energía de los nutrientes naturales de la tierra, no necesitará nada más que lo que he comentado.
En esos pasos habremos utilizado los elementos Tierra y Aire (junto con alguna parte de Agua, que va incluida en componentes de la tierra y parte del elemento Fuego, incluida en la energía solar) y las energías del Sol y de la Luna.
Hasta aquí tendríamos una limpieza muy completa y siendo, además, una de las menos dañinas para la mayorís de los materiales.
Si quieres profundizar aún más en la limpieza, puedes limpiarlo después poniéndolo bajo el chorro de agua, dejándolo correr un poco, e imaginando que una luz blanca o dorada lo rodea y lo termina de limpiar. Aquí habremos usado el elemento Agua y energías. Pero, como hemos comentado anteriormente, a veces no es recomendable usar el agua en los péndulos porque algunos pueden tener un componente que se estropée (como que la cadena se oxide o algún caso similar). Así pues, para evitar limpiarlo puedes envolverlo en un paño y enterrarlo en la maceta envuelto en lugar de meterlo luego bajo el agua para evitar que se estropee. Es aconsejable que el paño sea de color blanco totalmente y esté limpio, aunque puede ser de otro color que a quien realice la limpieza le llame la atención o le guste utilizar.
Si quieres aplicar más elementos puedes añadir a este ritual de limpieza el ritual anteriormente comentado en el que se usan las representaciones simbólicas de los elementos sobre una mesa presentes en el proceso de limpieza.
Para concluir, puedes aplicarle Reiki entre tus manos durante unos minutos.

Así podría concluirse un proceso de limpieza muy completo que nos garantizaría el buen estado energético del objeto que se ha limpiado.


Preguntas secundarias

¿Hay que realizar todo el ritual completo cada vez que deseemos limpiarlo?


No se necesita realizar todo este proceso de nuevo para volver a limpiarlo, porque es suficiente con un método que sigas, el que más te llame la atención o el que te pida tu intuición en el momento de la limpieza, cuidando además que menos dañe al objeto. Aunque sí que es conveniente realizar una buena limpieza como esta cada cierto tiempo, y sobre todo cuando el objeto se ha utilizado para sanar o limpiar otras energías o personas.

¿Cada cuánto tiempo se limpia de nuevo?


Esto también depende de cada persona. Hay quien lo limpia contínuamente y hay quien no lo vuelve a limpiar. Por ejemplo, en el caso de un péndulo, recomiendo que, ante las dudas, se le pregunte al propio péndulo de vez en cuando si hay que limpiarlo ya o no. Como ya he dicho, es muy recomendable limpiarlo si se ha estado llevando a cabo, por ejemplo, una sesión de sanación. Por supuesto, si utilizas el objeto para limpiar males de ojo o cosas así, también hay que darle una buena limpieza: en este caso es casi obligatorio.
Sin embargo, si se trabaja normalmente con el objeto (aparte de esos casos anteriores), puedes limpiarlo cuando creas que lo necesita. Si prefieres llevar las cosas con cronología puedes, por ejemplo, limpiarlo una vez a la semana, el mismo día: puedes elegir el día que prefieras, dependiendo de las fuerzas que necesites, teniendo en cuenta que el Domingo es el día del Sol, el Lunes es el de la Luna, el Martes es el día de Marte, el Miércoles de Mercurio, el Jueves de Júpiter, el Viernes de Venus y el Sábado de Saturno. Así si, por ejemplo, sueles usar tu objeto con fines afectivos, puedes limpiarlo los viernes en honor a la energía amorosa de Venus. Pero puedes elegir en todo momento qué es lo que prefieres.

Seguramente, podrán surgir más preguntas o dudas. Sin embargo, creo que de momento es suficiente para el tema que hemos tratado.

Espero que esta información te haya sido de ayuda.